jueves, 27 de marzo de 2008

Mujeres ocultas


La Argentina sostiene que proporciona mayores niveles de educación y puestos profesionales para sus ciudadanos del sexo femenino que el resto de Latinoamérica. Hasta hace gala de poseer una presidente mujer. Sin embargo, los derechos reproductivos lejos están de ser alcanzados masivamente y los centros de poder todavía excluyen a las mujeres de posiciones no falocéntricas. En años recientes han surgidos centros y asociaciones de mujeres, los que proporcionan primordiales funciones de información y asistencia contra la violencia doméstica y a favor de la toma de conciencia profiláctica en cuanto a la salud y el bienestar de la población femenina. A pesar de la importante función que cumplen, pareciera que estos centros carecen de una misión feminista. ¿Puede explicarse esta paradoja cultural en términos históricos al igual que dentro del contexto cultural de la Argentina actual? En "The End of Herstory", Kay S. Hymowitz explica que las mujeres parecen dudar cuando se trata de reclamar la etiqueta de "feminista" como parte de sus identidades. Sin embargo, estas "nietas de las feministas de antaño" han heredado un mundo donde las desigualdades asociadas con el género parecen inexistentes. Bajo la sombrilla del posfeminismo, las mujeres en los EE.UU., Canadá y Europa se han reconciliado con en antagonismo binario de mantener su independencia aún desde la posición de la mascarada. ¿Es conveniente que las mujeres de Argentina salten a estructuras posfeministas sin haber completado la revolución feminista en su totalidad? ¿Hasta que punto este fenómeno, lejos de facilitar la liberación de la mujer, favorece su ocultamiento detrás del peor escondite: la visibilidad. (Ilustración: "Buenos Aires Women" de Nate Williams)
Este blog complementa el programa "Puentes y túneles" de
¿Escuchan en el fondo? disponible en Studio 4D según el siguiente horario.

viernes, 21 de marzo de 2008

Que el cielo la juzgue


La clásica película de John M. Stahl, basada en la novela de Ben Ames Williams, nos permite debatir sobre las representaciones de la mujer en el cine de Hollywood de postguerra. ¿Es Ellen (Gene Tierney) la personificación de una obsesión perversa o la viva metáfora de una mujer que rompe el molde de las espectativas impuestas por su género? En tal caso, ¿cómo podemos interpretar el final feliz que recompensa a la abnegada y pasiva mujercita y destruye a la malvada cuando las circunstancias favorecen lo contrario? ¿Es justicia poética o expresión política de los parámetros de género de la época? Obviamente las acciones de Ellen a lo largo de la trama son inexcusables. Es imposible encontrar justificativo alguno a acciones tan fríamente calculadas en perjuicio de seres inocentes y vulnerables. Sin embargo, nuestro análisis sobre el tratamiento del género en el filme nos permite considerar a Ellen desde su posición como estructura simbólica dentro de la narración. Es así que podemos visualizar la lucha mortal de la mujer no convencional contra todos los elementos que ahogan su deseo de libertad. Autoridad familiar, convención amorosa, predestinación de su rol y lo que de ella se espera, son algunos de los condicionantes contra los que Ellen se debate. De este modo, Ellen se convierte en metáfora de ruptura con el orden preestablecido de una sociedad que sofoca a la mujer. En contraste, su prima Ruth (Jeanne Crain) personifica la mujer que la sociedad valora: pasiva, sumisa, esperando ser descubierta por el hombre que ama a partir de las señales silenciosas que ella envía. Y al final Ruth triunfa y consigue la felicidad gracias al noble sacrificio de su amado (Cornel Wilde), figura ejemplar por el solo hecho de ser hombre. Este blog complementa el programa "Puentes y túneles" de ¿Escuchan en el fondo? disponible en Studio 4D según el siguiente horario.